Katty siempre llega a tiempo y llena de energía. Trabaja para cumplir su sueño. Sabe con precisión que su turno inicia a las 10 de la mañana y termina a las 4 de la tarde. Se esmera con alegría incontenible en las tareas que le asignan como auxiliar de comedor en Hamburguesas El Corral, hace algo más de cuatro años. Recoge las mesas, verifica que todo esté en orden y no le tiembla la voz con los clientes si incumplen las normas de bioseguridad en estos tiempos. “Señor, no puede ingresar sin su tapabocas”. Desde muy pequeña aprendió que las buenas maneras abren puertas y oportunidades. Si algo no le gusta, la sonriente Katty, lo dice sin filtros.
La emoción de conseguir su primer trabajo ella no la olvida. Se le quedó pegada en el alma. Es sólo comparable a comer helado de maracuyá las tardes de domingo cuando camina en La Peatonal frente al mar de los Siete Colores con David y Rossmery. Sus compañeros la cuidan como a una hermana pequeña. Saben que sólo llega y se va con David y están pendientes. Reconocen que con Katty aprenden que no hay tiempo que perder.
Cuando finaliza la jornada, Rossmery debe recordarle que descanse, porque quiere seguir con los oficio.
Entonces obedece, se sienta con su “mascota felina” y ve las aventuras de Scooby Doo para seguir riendo.
Adora los animales. Estrellita, la de los grandes ojos verdes es su confidente. Sólo ella sabe cuánto tiene ahorrado en la alcancía que Rossmery le regaló. A veces también lo habla con “Mocho”, la cacatúa, o con los periquitos australianos, pero la gata se roba su corazón. “¿Y cómo amanecieron hoy, ¿qué quieren desayunar? “Levántense mijitos”. Es la mejor cuidadora pues da lo que recibe.
Katty tenía 5 años cuando David secasó con Rossmery en Sabanalarga, Atlántico, antes de emprender una nueva vida en San Andrés. Regresar no está en los planes de esta familia. No lo pensaron en noviembre de 2020 cuando el huracán IOTA destrozó un costado de la isla. Tampoco cuando perdieron tres tíos y su abuelo materno por el Covid 19.
San Andrés es su único hogar y donde Katty quiere cumplir su gran sueño. Construir una casa para Rossmery, su mamá, quien le da la fuerza para seguir guardando en su alcancía monedas, que algún día serán ladrillos, pegados con amor y eterna gratitud.
Texto de Claudia Aguilera Neira
Fotografía de Felipe Pizano
El texto y la imagen hacen parte del Calendario Best Buddies Colombia 2022 - Historias de un año como ningún otro.
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